Lanzadera para control de incendios forestales

El mayor problema de los  incendios forestales por la noche es que los helicópteros y aviones por la noche no pueden volar, pero no por cuestiones legales (Ministerio de la Presidencia, 2014), sino por cuestiones técnicas. A consecuencia de ello, el incendio se expande casi sin ningún impedimento (Huete Cristina, 2016) (Zafra Ignacio, 2016). Esto deriva en una rápida expansión del fuego que resulta muy peligrosa y destruye el ecosistema a gran velocidad, ya que los bomberos no deberían poner en riesgo sus vidas al adentrarse en el bosque sin visión.

 

En la actualidad se trabaja contra los incendios forestales a través de medios aéreos y terrestres. Los medios aéreos se corresponden con aviones anfibios o helicópteros cargados con agentes extintores tales como espumas, retardantes de llama, agua.... Estos vierten en grandes cantidades los agentes extintores sobre el incendio (Colegio Oficial de Pilotos de la Aviación Comercial, n.d.).

Los medios terrestres se agrupan por brigadas, grupos organizados formados por 12 bomberos forestales. En un incendio forestal, se reúnen varias brigadas, incluso la UME (Padilla Alfons, 2016) (Unidad Militar de Emergencia), y atacan el fuego a través de vehículos autobombas, los cuales llevan el agua hacia el incendio y la lanzan a gran presión a través de mangueras sobre el mismo o en zonas cercanas.

 

Sin embargo, durante las horas en las que se oculta el sol, actúan los medios terrestres sin los aéreos. Esto se debe a que por la noche no pueden volar por cuestiones técnicas como la ausencia de visibilidad. El resultado es la supresión uno de los principales métodos de extinción de incendios, lo que se traduce en un rápido desplazamiento de las llamas del incendio.

 

Por esto, creemos que es un grave problema que hay que solucionar y que va a ser nuestro foco de atención y nuestro objetivo con este proyecto. 

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