Lanzadera para control de incendios forestales

La pólvora y el agente extintor no se encuentran mezcladas entre sí, sino que el explosivo se encuentra en finos canales que evitan que se produzca contacto con el fosfato monoamónico.

El fin de la pólvora es el de romper la carcasa cuando el proyectil choque contra el suelo, permitiendo una rápida expansión del polvo a la vez que crea un pequeño vacío. Así conseguimos asfixiar el fuego retirándole el oxígeno, a la vez que enfriamos la superficie incendiada. El hecho de que usemos poca pólvora se debe a que no queremos que la explosión expanda las brasas, ni que pueda ser peligroso si estalla en un descuidado accidente.

El detonador o espoleta nos permite transmitir el choque a la pólvora del interior, consiguiendo así que, aunque no choque con la parte frontal, el proyectil explote. No hemos entrado en especificaciones de materiales porque se trata de material pirotécnico al que no tenemos acceso.